Por Alexis Gil – Ximena
Gutierrez- Cindie Martínez – Lucía de los Santos - 2°DC2
Escepticismo
El
escepticismo antiguo
es
una
práctica de liberación personal, cuya finalidad es lograr alcanzar
la felicidad. Para este propósito se utilizan una serie de técnicas
escépticas como son la suspensión del juicio (epoje) y la ataraxía.
Una vez alcanzado se produce una transformación en la forma de ver
del mundo y en su relación con él, que podría definirse como
indiferencia.
El
prototipo de sabio escéptico es su fundador Pirrón de Elide, cuya
renuncia a las cosas, su indiferencia y su forma de vivir causaron
tal admiración entre sus conciudadanos que según cuenta
Diógenes,"por
su respeto se dio decreto de inmunidad a los filósofos".
"Nada
es más", este es el lema del movimiento escéptico: ninguna
cosa es más, ni más cierta, ni más falsa, ni mejor, ni peor.
Después tratar de hacer todo lo posible por conseguir un criterio
para saber la verdad, el resultado es que ningún argumento resulta
claramente definitivo para desvelar las apariencias, por tanto lo más
acertado es suspender el juicio, a partir de esta decisión uno
consigue liberarse de la inquietud. Esto da paso a una nueva forma de
ver el mundo, de relacionarse con la realidad y romper así las
ataduras dogmáticas.
Conceptos
fundamentales del Escepticismo.
Ataraxía.
Expresa
serenidad, tranquilidad de ánimo, imperturbabilidad o ausencia de
inquietud. Es un estado al que se llega mediante la práctica o
ascesis, y que el sabio logra mantener.
Suspensión
del juicio
Suspensión
del juicio (epojé o epoché): tanto frente la problema del
conocimiento como al de la acción moral, los escépticos
recomendaron la suspensión del juicio, como paso necesario para
conseguir el estado mental adecuado para lograr la ataraxia,
suspender la adhesión a cualquier discurso filosófico, incluso al
propio discurso escéptico, a nuestro propio discurso.
Los
10 tropos
A
partir de los tropos se desarrolla el criterio de verdad, para
distinguir entre la realidad natural y la apariencia fenoménica, sin
embargo este criterio que no puede estar ni en los sentidos, ni en el
intelecto, conduce a la suspensión del juicio.
Sexto
los enumera de la siguiente manera en sus “Esbozos pirrónicos”:
el primero, según la diversidad de los animales,
el segundo, según la diferencia entre los hombres,
el tercero, según las diferentes constituciones de los sentidos,
el cuarto, según las circunstancias,
el quinto, según las posiciones, distancias y lugares,
el sexto , según las interferencias,
el séptimo, según las cantidades y composiciones de los objetos,
el octavo, el de a partir de con relación a algo,
el noveno, según los sucesos frecuentes o los raros,
y el décimo, según las formas de pensar, costumbres, leyes, creencias míticas y opiniones dogmáticas.
el primero, según la diversidad de los animales,
el segundo, según la diferencia entre los hombres,
el tercero, según las diferentes constituciones de los sentidos,
el cuarto, según las circunstancias,
el quinto, según las posiciones, distancias y lugares,
el sexto , según las interferencias,
el séptimo, según las cantidades y composiciones de los objetos,
el octavo, el de a partir de con relación a algo,
el noveno, según los sucesos frecuentes o los raros,
y el décimo, según las formas de pensar, costumbres, leyes, creencias míticas y opiniones dogmáticas.
Pirrón:
Pirrón
(-365/-360 a -275/-270 aprox.) nació en Elide, en el Peloponeso, es
considerado el fundador del movimiento escéptico y es uno de esos
personajes de los que se puede decir que su forma de vivir es
inseparable de su forma de pensar, siendo la indiferencia su cualidad
más característica. Pirrón no escribió nada y prefirió vivir en
la pobreza, según Diógenes Laercio también fue pintor y cuenta que
seguía hablando a los que venían a sus charlas, aunque ya se
hubieran ido todos, dando a entender con esto su completa
indiferencia y su impasibilidad. Sus enseñanzas fueron siempre
orales, conforme a la costumbre de algunos filósofos de esta época,
afortunadamente para nosotros, su discípulo Timón de Fliunte,
recogió por escrito sus principales teorías.
Según
su discípulo Timón, Pirrón declaraba que las cosas eran igualmente
indiscernibles, inconmensurables e indeterminables, por esta razón
no debemos fiarnos de los sentidos ni hacer juicios. Con esta actitud
se consigue no hacer afirmaciones que pueden dar lugar a la
preocupación y es, por tanto, una forma de librarse de la inquietud.
La
principal inquietud que motiva el pensamiento de Pirrón es de
carácter moral y se centra en la manera de conseguir la felicidad,
por ello intenta establecer los criterios que deben dirigir el
pensamiento para conseguirlo.
Pero la realidad está en contra de lo que percibimos por los sentidos y por tanto existe una imposibilidad de conocer la verdadera naturaleza de las cosas, ya que nuestros conocimientos proceden de la sensación, que no aporta un conocimiento verdadero, ya que al ser cambiante, tan sólo nos proporciona meras apariencias. De esto hay que concluir que la creencia de que podemos conocer las cosas tal como son realmente no tiene fundamento, ni se puede creer que ninguna opinión sea realmente verdadera.
Pero la realidad está en contra de lo que percibimos por los sentidos y por tanto existe una imposibilidad de conocer la verdadera naturaleza de las cosas, ya que nuestros conocimientos proceden de la sensación, que no aporta un conocimiento verdadero, ya que al ser cambiante, tan sólo nos proporciona meras apariencias. De esto hay que concluir que la creencia de que podemos conocer las cosas tal como son realmente no tiene fundamento, ni se puede creer que ninguna opinión sea realmente verdadera.
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