Introducción al problema filosófico acerca de la verdad
(pensar, real, creencia, opinión y saber)
Este material es un acercamiento a los conceptos que se pondrán en cuestionamiento en
relación a la búsqueda de lo que llamamos verdadero.
Primero que nada nos encontramos que a la hora de definir lo verdadero, es necesario establecer dos
conceptos que se vinculan, uno es el pensar y el otro lo que consideramos lo real. Cuando
hablamos de pensar, nos referimos a la idea general que es:
“el pensar es un acto psíquico que tiene lugar en el tiempo, que es formulado por un sujeto
(pensante) y que aprehende un pensamiento, el cual se refiere a su vez a una situación
objetiva.” (Diccionario Filosófico,Ferrater Mora, Ed sudamericana, Buenos Aires, 1964)
Siguiendo esta definición, aparecen otros dos elementos claves, que son el sujeto, que es quien
ejecuta la acción de pensar, y a la vez un algo que llamamos objeto, o situación objetiva, que es
aquello sobre lo que podemos pensar, allí el objeto puede ser algo exterior a mi o algo perteneciente
a mi mismo como sujeto que piensa.
En ocasiones a este objeto del pensamiento lo llamamos lo real, dependiendo de la corriente
filosófica que más nos convenza, eso real pueden ser hechos empíricos, o pueden ser mis propios
pensamientos o sentimientos.
Otros conceptos a tener en cuenta y a diferenciar entre ellos en la búsqueda de la verdad, son los
conceptos de creencia, opinión y saber.
“El problema de la naturaleza de la creencia ha suscitado en el curso de la historia múltiples
dificultades. Por un lado se ha identificado la creencia con la fe y se ha opuesto al saber. (...)Las
distinciones establecidas parecen entonces querer situar el problema de la creencia distinguiéndolo
no solamente de la fe, sino también de la ciencia y de la opinión . Así, en la medida en que se
aproxime a la fe, la creencia designará siempre una confianza manifestada en un asentimiento
subjetivo, pero no enteramente basada en él” (...)
“Para el llamado racionalismo, la creencia será la evidencia de los principios innatos, de tal
suerte que creer será entonces la forma en que se dará el fundamento del saber. Para el llamado
empirismo,la creencia será también fundamento de todo conocimiento, pero en cuanto se sustenta,
en última instancia,en la vivacidad de las impresiones sensibles.” (Diccionario Filosófico,Ferrater
Mora, Ed sudamericana, Buenos Aires, 1964) .
Como se puede ver en la cita anterior, en la historia ha ido variando el concepto de creencia,
pasando desde un vínculo con lo que tiene que ver con la fe, a usarse en el sentido de creencia
tomando como base diferentes pincipios, que pueden ser racionales o impresiones desde la
experiencia sensorial.
“Ortega y Gasset ha dado un sentido distinto a la voz 'creencia', que le permite iluminar a la luz de
ella la metafísica de la existencia humana.Al examinar la estructura de la vida humana, advierte
que no es lo mismo pensar una cosa que contar con ella. El "contar con" es justamente lo típico de
la creencia, pues si el hombre puede llegar hasta a morir por una idea, solamente puede vivir
de la creencia. Tal distinción está situada más acá de toda mera dilucidación psicológica; la
diferencia entre ideas y creencias no debe entenderse desde el punto de vista particular de la
psicología, sino desde el punto de vista total, y metafísico,de la vida. Las creencias son de este
modo el estrato más profundo de la vida humana o, si se quiere (pues ello no prejuzga nada sobre
un fondo último metafísico), el terreno sobre el cual la vida se mueve. Pero creencia no es un mero
creer, sino un "estar en" y un "contar con" que engloban asimismo la duda. Esta última es también
un estar, aunque un estar en lo inestable, una perplejidad que se revela sobre todo en los momentos
de crisis. Desde este punto de vista ha de entenderse, según Ortega, la afirmación de que la idea
es aquello que se forja el hombre cuando la creencia vacila: las ideas son las "cosas" que de
manera consciente construímos precisamente porque no creemos en ellas (Ideas y creencias, 1940,
pág. 37). De ahí lo que el mismo autor llama la articulación de 'los mundos interiores", es decir, la
articulación de aquellas interpretaciones humanas de lo real que son —aun las más evidentes—
creaciones en un sentido análogo al de la creación poética. Ciencia, filosofía, religión y arte
aparecen así como "reacciones" del hombre ante una situación vital, como instrumentos que
maneja la vida humana ante la realidad problemática: "comparado con la realidad", el mundo de
la ciencia"no es sino fantasmagoría"”(Diccionario Filosófico,Ferrater Mora, Ed sudamericana,
Buenos Aires, 1964) .
En esta última cita se le da al significado de creencia, una base más vital, que racional, y tiene más
que ver con el diario vivir y lo que la realidad nos presenta como desafío, ene ste sentido, se ve a lo
real, como las experiencias de vida, las emociones, las decisiones y todo aquello que tiene que ver
con la existencia humana en general.
En cuanto a la opinión : “En la República (V,477 A-480 A), Platón señala que lo que es
absolutamente es también cognoscible absolutamente, y que lo que no existe absolutamente no es
en ningún respecto conocido. Pero habiendo cosas que a la vez son y no son, es decir, cosas cuyo
ser es el estar situadas entre el ser puro y el puro no ser, hay que postular para la comprensión de
ellas la existencia de algo intermedio entre la ignorancia, αγνοία (agnoía) ,y la ciencia, επιστήμη
(episteme). Lo que corresponde a ese saber intermedio de las cosas también intermedias es la
opinión, δόξα (doxa) Se trata, según Platón, de una facultad propia, distinta de la ciencia, de una
facultad que nos hace capaces de "juzgar sobre la apariencia".(Diccionario Filosófico,Ferrater
Mora, Ed sudamericana, Buenos Aires, 1964) .
En el caso de Platón la opinión sería algo intermedio entre no saber algo y saberlo, y en la
actualidad esta idea de opinión también se formula como aquello que tiene razones fundadas para
opinar tal o cual cosa, aunque no llegue a ser un concepto verdadero está más cerca de la ciencia
que de la ignorancia. También en la actualidad se habla de la opinión pública, que es algo más
asociado a aquello que se puede ver reflejado en lo social, a veces expresado a través de encuestas o
incluso en las redes sociales, cuando se generan tendencias.
Es así que hasta el momento tenemos las creencias y las opiniones, ahora vamos a lo que se puede
considerar saber, que está mucho más cercano a lo que podemos llamar verdad en términos
generales.
“El vocablo 'saber (usado a veces como verbo y a veces como sustantivo: "el saber") se equipara
con frecuencia al término 'conocimiento” Sin embargo, es muy común en la literatura filosófica
de varias lenguas (por ejemplo, español,francés, alemán) emplear 'saber'en un sentido más amplio
que'conocimiento'. De acuerdo con ello mientras el conocimiento se refierea situaciones objetivas y
da lugar,una vez debidamente comprobado ysistematizado, a la ciencia ,el saber puede referirse a
toda suerte de situaciones, tanto objetivas como subjetivas, tanto teóricas como prácticas.
En este amplio sentido se usan locuciones tales como 'saber a qué
atenerse' —que, según Ortega y Gasset,constituye la raíz de todo saber—,'saber cómo
comportarse', etc., etc. Entendido en un sentido muy amplio,el saber es un "contacto con la
realidad" con el fin de discriminarla(...)”(Diccionario Filosófico,Ferrater Mora, Ed sudamericana,
Buenos Aires, 1964) .
Tdoso estos conceptos pueden ser problematizados en la actualidad, sobre todo con el auge de las
redes sociales, la inteligenica artifical y la realidad virtual. Este material, es un acercamiento a todos
los conceptos que cuando nos preguntamos por la verdad, aparecen.
Este material fue elaborado por Belén Rodríguez con citas del Diccionario Filosófico de Ferrater
Mora.
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